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¿Qué muestran las fotos aéreas del barranco Babi Yar respecto de la exhumación de restos humanos y la incineración de estos restos?
Los negacionistas del Holocausto argumentan lo siguiente:
Una fotografía aérea de Babi Yar tomada por los soviéticos el 23 de septiembre de 1943 —una semana antes del fin de las “supuestas” cremaciones masivas— no muestra prueba alguna de movimientos en el área.
Por ejemplo, John Clive Ball, un negacionista canadiense del Holocausto, alega que la fotografía no muestra “prueba alguna de que 325 personas estaban trabajando en el barranco para la cremación de 33,000 cuerpos una semana antes, ya que se deberían haber llevado varios camiones con combustible a la zona y no hay marcas de vehículos ni en el suelo ni a la vera del cementerio o en el barranco donde supuestamente se quemaron los cuerpos”.[1]
Los hechos son:
La conclusión de los negacionistas, basada en las fotografías aéreas, es errónea. Primero, los negacionistas no analizan el área donde probablemente se ubicaban las fosas comunes. Segundo, sin un análisis de la imagen con equipos sofisticado, la fotografía no demuestra, en forma alguna, la existencia de procesos de exhumación y cremación en Babi Yar.
Geografía y fotografías del sitio:
Las imágenes o los mapas de Babi Yar anteriores al alud de Kurenivka de 1961, que alteró drásticamente el paisaje del barranco, muestran que era un barranco enorme, complejo y con muchas bifurcaciones. Debido a la complejidad del barranco, y al alud que lo cambió, encontrar la ubicación exacta de las fosas siempre ha resultado problemático.
Además del alud que alteró Babi Yar, hay otras razones geográficas y forenses que explican por qué la ubicación exacta es difícil de determinar.
Primero, hubo varios sitios de ejecución. Los nazis se aseguraron de que estos sitios quedaran cubiertos con tierra de las laderas del barranco, lo que cambió la apariencia de la zona.
Segundo, en 1943, los alemanes desenterraron las fosas comunes y quemaron los cuerpos, reduciendo miles de cuerpos a cenizas y partículas de hueso, que volvieron a enterrar. De todas formas, los soviéticos encontraron y desenterraron varias fosas comunes en 1944 y realizaron un examen forense de su contenido. Desafortunadamente, no documentaron la ubicación exacta de las fosas comunes.
Tercero, el antisemitismo posguerra de los soviéticos, y el deseo de encubrir la colaboración ucraniana en las masacres generaron un silencio forense que no permitió ninguna otra inspección del área. Recién en 1976, los soviéticos autorizaron la construcción de un monumento conmemorativo en Babi Yar. No obstante, el monumento no hacía referencia al hecho de que más de 33,000 judíos habían sido asesinados allí por los nazis. En su lugar, el monumento solo conmemoraba a “todos los ciudadanos soviéticos” asesinados en Babi Yar. Después de la caída de la Unión Soviética en 1991, se construyó un monumento que reconoció el asesinato de los judíos de Kiev.[2]
Sin embargo, varios académicos intentaron reconstruir la posible ubicación de las fosas. Varias autoridades crearon mapas que delineaban los sitios potenciales de las fosas (incluido uno ensamblado a partir de los testimonios de sobrevivientes).[3] Aunque los académicos aún difieren sobre la ubicación exacta de las fosas comunes, las tres reconstrucciones más completas demuestran que los negacionistas del Holocausto se concentran únicamente en una pequeña subsección del barranco de Babi Yar, donde es menos probable que se hayan enterrado los cuerpos. Por ejemplo, el negacionista del Holocausto, John Clive Ball cita como evidencia únicamente una muestra fotográfica pequeña del enorme barranco, su muestra no coincide con los mapas académicos más recientes basados en los testimonios y la evidencia. En otras palabras, los estudios actuales han demostrado que las fotografías aéreas de Ball son demasiado limitadas para identificar con precisión los sitios donde más probablemente estuvieron localizadas las fosas comunes.[4] Según las pruebas, los análisis fotográficos de Ball son muy sospechosos. Además de la reconstrucción de los mapas, la resolución de la imagen aérea de los soviéticos no permite que nadie pueda afirmar “con certeza” que el barranco no fue alterado. Incluso al ampliar la imagen, se puede observar que gran parte del barranco está en la sombra. Tal cual está, la imagen no aporta pruebas a favor o en contra del uso del barranco como sitio de ejecución.
Conclusión:
La conclusión de los negacionistas del Holocausto sobre Babi Yar —que las fotografías aéreas no muestran información coincidente con la ejecución masiva— es errónea. Los negacionistas como Ball no analizaron la zona del barranco donde más probablemente se ubicaban las fosas comunes, según las reconstrucciones académicas recientes del barranco. Además, debido a la baja calidad de la fotografía aérea, incluso al ampliarla, Ball no puede afirmar “con certeza” que el barranco no fue alterado.
NOTAS
[1] John Clive Ball, “Air Photo Evidence” en http://archive.org/details/Air_Photo_Evidence (“Chapter 10: Babi Yar mass Executions-1943”) (seleccionar PDF).
[2] Los soviéticos escondieron la colaboración ucraniana para retratar a los ucranianos como ciudadanos soviéticos leales. Para ver fotos de los monumentos conmemorativos de Babi Yar”, visite http://en.wikipedia.org/wiki/Babi_Yar_memorials.
[3] Los tres mapas y la imagen aérea están disponibles en “That’s why it is denial, not revisionism: Part V: Deniers and Babiy Yar massacre (3)” en http://holocaustcontroversies.blogspot.com/2006/08/thats-why-it-is-denial-not-revisionism.html.
[4] That’s why it is denial, not revisionism: Part V: Deniers and Babiy Yar massacre (3) en http://holocaustcontroversies.blogspot.com/2006/08/thats-why-it-is-denial-not-revisionism.html.