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¿Cómo sabemos que ningún misterio rodea la muerte de Kurt Gerstein?
Los negacionistas del Holocausto argumentan lo siguiente:
Las circunstancias que rodean la muerte de Kurt Gerstein son misteriosas. Nadie sabe cómo, cuándo ni dónde murió, ni qué ocurrió con sus restos. Es posible que los interrogadores estadounidenses y franceses hayan torturado a Gerstein para obtener su “confesión” sobre las atrocidades alemanas contra los judíos, y que haya muerto durante este proceso. Los interrogadores de Gerstein luego se deshicieron clandestinamente del cadáver para ocultar las marcas de la tortura. Este encubrimiento también permitió que nadie pudiera refutar la historia de su “suicidio”.[1]
Los hechos son:
No existe misterio alguno sobre las circunstancias del descubrimiento del cadáver de Gerstein ni del tratamiento posterior de los restos. Las pruebas apuntan de manera arrolladora al hecho de que Gerstein se suicidó al sentirse abatido por ser acusado de crímenes de guerra, en vez de recibir el trato de testigo estelar. Los argumentos de los negacionistas del Holocausto son especulaciones sin fundamento.
Los hechos sobre la muerte de Gerstein:
El 5 de julio de 1945, Gerstein fue enviado a la prisión militar Cherche-Midi en París para su interrogación. Se le asignó una celda privada.
El 10 de julio de 1945, se sometió a un tercer interrogatorio. Más tarde, fue imputado por “crímenes de guerra, asesinato y complicidad”.
El 25 de julio de 1945, alrededor de las 2:15 p. m., lo encontraron ahorcado en su celda.
Los guardias intentaron revivirlo, pero el Dr. Trouillet, médico de Cherche-Midi, declaró su muerte a las 5:25 p. m.
El 26 de julio de 1945, sus restos se entregaron al superintendente de Policía del pabellón de Notre-Dame-des-Champs.
El 26 de julio de 1945, el superintendente de Policía confirmó por escrito la recepción de los restos e informó que se había transportado al Instituto Médico-legal para realizar su autopsia.
El 3 de agosto de 1945, se entregó el cadáver para su entierro en el cementerio de Thiais, en las afueras de París.[2]
El informe final sobre la defunción de Gerstein en la prisión francesa:
El comandante de la prisión remitió toda esta información por carta a diversos funcionarios franceses el 26 de octubre de 1945. La misiva señalaba que Gerstein se había “quitado voluntariamente la vida por medio del ahorcamiento” y que la causa de defunción era un “surco visible en el cuello del sujeto y la posición en la que se encontró el cuerpo”. Se adjuntó a la carta el informe de autopsia preparado por un médico forense independiente de la Policía francesa, que confirmaba las observaciones originales del comandante.[3]
Este oficial escribió un informe por separado, en el que agregó más detalles a su reporte en la carta de sumario del 26 de octubre de 1945: “A las 2:15 p. m. del 25 de julio, el sargento mayor y guardia Dubois-Dandien me notificó que el jefe sargento Entz, mientras trabajaba en el segundo piso, acababa de encontrar, ahorcado en su celda, al prisionero Kurt Gerstein… El sargento Entz, con la ayuda de André Lucci, cortó la soga y empezó maniobras de respiración asistida… El prisionero se ahorcó con la ayuda de una pequeña soga hecha de una pieza de la manta, que después colgó a la ventana de su celda; su cabeza miraba a la pared, y sus pies tocaban el piso… Por encargo del coronel Sauzey, se había transferido a Gerstein a una celda individual el 20 de julio de 1945 con el fin de que no repitiera los detalles de su interrogatorio a sus conciudadanos.[4]
Estos informes se encuentran en los archivos de la Justicia Militar, Depositorio Central de Archivos, en París.
De Martin Ottmann (obra propia) [CC BY-SA 3.0 (http://creativecommons.org/licenses/by-sa/3.0) o GFDL (http://www.gnu.org/copyleft/fdl.html)], a través de Wikimedia Commons
Conclusión:
No existe misterio alguno sobre las circunstancias del descubrimiento del cadáver de Gerstein ni de su entierro. Gerstein estaba solo en la celda. Su último interrogatorio había tenido lugar 15 días antes de su muerte, por lo que es improbable que haya muerto en medio de una indagación a manos de brutales torturadores aliados, empeñados en obligarlo a realizar una confesión falsa. De acuerdo con el médico forense independiente de la policía, no había evidencia de asesinato ni de tortura. Las pruebas apuntan de manera arrolladora al hecho de que Gerstein se suicidó. Estaba abatido por ser acusado de crímenes de guerra, en vez de recibir el trato de testigo estelar.
NOTAS
[1] Paul Rassinier, Debunking the Genocide Myth (“Chapter Thirteen: Witness, Testimonies, and Documents, IV. The Witness Kurt Gerstein”) en http://www.ihr.org/books/rassinier/debunking2-13.html. Esta es la versión en línea de su libro original, The Drama of the European Jews (Steppingstones Publications, 1975).
[2] Los restos de Gerstein se enterraron por error con el nombre de ‘Gastein’. Nunca se corrigió y, en 1956, se arrasó esa parte del cementerio.
[3] Georges Wellers, “The Existence of Gas Chambers, The Number of Victims and the Korherr Report” en The Holocaust and the Neo-Nazi Mythomania, editado por Serge Klarsfeld (Fundación Beate Klarsfeld, 1978), pp. 124-126.
[4] Georges Wellers, “The Existence of Gas Chambers, The Number of Victims and the Korherr Report” en The Holocaust and the Neo-Nazi Mythomania, editado por Serge Klarsfeld (Fundación Beate Klarsfeld, 1978), p. 125.