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    Kristallnacht: No hubo conspiración judía

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    ¿Quién inició el pogromo de Kristallnacht?

    Los negacionistas del Holocausto argumentan lo siguiente:

    La “International Jewry” financió el asesinato de Ernst vom Rath por Herschel Grynszpan. Luego instigaron el pogromo Kristallnacht para avergonzar al gobierno alemán y atraer la simpatía internacional para con los judíos. Ingrid Weckert, una negadora alemana del Holocausto, afirma que los alemanes fueron las víctimas del pogromo: “Al fin y al cabo, no fueron los judíos sino los alemanes los que sufrieron más como resultado de este evento”.[1]

    Otro negacionista del Holocausto, David Irving, coincide con la afirmación de Ingrid Weckert en el hecho que el asesinato de vom Rath fue una conspiración judía. Irving sugiere que hubo “alguna evidencia de que LICA, la Liga Internacional contra el antisemitismo situada en París”, estuvo involucrada en el asesinato.[2] También indicó: “Cabe decir que Grynszpan, a pesar de tener una juventud indigente, pudo residir en un hotel en 1938 y comprar una pistola por 250 francos, y su consejero de defensa Moro Giafferi era el mejor que pudo comprar el dinero de la LICA; la oficina parisina de la LICA estaba a la vuelta del hotel de Grynszpan”.[3]

    Los hechos son:

    La evidencia demuestra que Herschel Grynszpan, angustiado por el destino de su familia, actúo solo. El abogado que lo representó, de la Liga Internacional Contra el Antisemitismo (LICA), fue solicitado por su familia y sus honorarios fueron pagados con contribuciones de judíos en los Estados Unidos. Sin embargo, no hay evidencia de ninguna asociación entre Grynszpan y la LICA antes del asesinato. Del mismo modo, no hay evidencia de que el pogromo fue iniciado por “provocadores misteriosos” enviados por “World Jewry” para incitar los disturbios y avergonzar a los alemanes. La evidencia demuestra que los judíos alemanes y los judíos austríacos fueron las víctimas de Kristallnacht, y no los perpetradores del pogromo.

    Los hechos sobre el asesinato de Ernst vom Rath por Herschel Grynszpan:

    Herschel nació en Alemania, pero sus padres eran judíos polacos. Sus padres no habían podido obtener la ciudadanía alemana, que era un privilegio basado en la sangre y no en la residencia o cualquier otra cualificación.

    En 1936, cuando Herschel tenía 15 años, sus padres lo enviaron a vivir a París para que estuviera con su tío y tía. Se suponía que Herschel debía ayudar a su tío en su negocio de sastrería y que debía ir a la escuela. Sus padres le mandaban dinero mientras vivía allí. Sin embargo, en vez de estudiar o trabajar, pasó la mayoría del tiempo con sus amigos, yendo al cine y cafés. Su desinterés por el trabajo y los estudios provocaron disputas con su tío y su tía.

    A fines de octubre de 1938, Herschel se enteró mediante los diarios Yiddish que los alemanes habían capturado a los judíos polacos de su antiguo pueblo y que los habían arrojado a un territorio desolado en la frontera polaca. El 3 de noviembre, recibió una carta de su hermana confirmando la situación. El 6 de noviembre, un día antes de disparar a vom Rath, Herschel tuvo una última disputa con sus tíos por su comportamiento. Herschel tomó casi 600 francos y se fue de casa.

    Esa noche, se alojó en un hotel barato (23 francos con 50 centavos). A modo de comparación, un tapado nuevo salía 600 francos. La mañana siguiente compró una pistola por 250 francos. Luego se dirigió a la embajada alemana para matar al embajador nazi alemán en Francia. Herschel pudo ingresar a la embajada donde mató a vom Rath, a quien nunca había visto antes, en vez de al embajador, quien no estaba en la embajada en ese momento.[4]

    Stolperstein Grünspan verlegt
    Identificador para Herschel y su hermana, Esther, en el Holocaust Memorial en Hanover. Por Axel Hindemith (Trabajo propio) [Dominio público], a través de Wikimedia Commons

    Los hechos sobre Herschel Grynszpan y la LICA:

    Weckert insinúa que la Liga Internacional Contra el Antisemitismo (LICA), una organización francesa de defensa de los judíos, financió el asesinato de vom Rath por Herschel.[5] Sin embargo, ni la policía francesa ni la Gestapo encontraron vínculo alguno entre Herschel y la LICA. No hay evidencia de que Herschel conociera la LICA, y mucho menos de que actuara en su nombre. La LICA sí brindó un abogado para Herschel, pero fueron sus parientes quienes se acercaron a la organización para pedir ayuda. Los servicios del abogado no fueron gratis. Dorothy Thompson, una periodista no judía de Estados Unidos, juntó el dinero para la defensa de Herschel.[6] Weckert también duda sobre cómo Herschel obtuvo el dinero para comprar una pistola sin ayuda externa.[7] Pero, tal como se indica antes, Herschel tenía casi 600 francos cuando dejó la casa de sus tíos y la pistola solo le costó 250 francos.

    ¿Qué sucedió con Herschel Grynszpan luego del asesinato?

    Weckert afirma que Herschel “desapareció misteriosamente de la escena”. Alega que la “poderosa” LICA presionó a los alemanes para que Herschel viviese “de forma segura durante la guerra” y después de esto, “se perdonaron sus acciones”.[8] En realidad, Herschel estuvo en la cárcel francesa hasta que los alemanes invadieron y ocuparon Francia en mayo de 1940. Después de la invasión nazi, los franceses lo entregaron a los alemanes. Luego desapareció en la cárcel y el sistema de campos de concentración nazi. Es posible que haya sobrevivido a la guerra y que haya decidido no mostrarse más, pero no hay rastro de él desde 1942. Fue declarado muerto oficialmente el 24 de julio de 1960.[9]

    Los hechos sobre si “World Jewry” inició el pogromo:

    Weckert afirma que, luego de la muerte de vom Rath, “provocadores” misteriosos aparecieron en “forma abrupta de la nada” en ciudades y pueblos alemanes. Sugiere que esos “provocadores” pidieron que la policía local, los alcaldes y los oficiales del partido nazi tomaran medidas contra los judíos en su comunidad. [10] Según Weckert, cuando los oficiales alemanes se rehusaron, estos extraños provocadores “arrojaron la primera piedra que destruyó las ventanas de las tiendas judías, los hogares judíos y comenzaron a atacar a las sinagogas”. De este modo, incitaron a los civiles alemanes a actuar en forma violenta, seduciéndolos hacia una “compulsión hipnótica” que los llevó a “actuar fuera de sus cabales” y los condujo a una “lujuria primitiva por el desenfreno”. [11] Luego, los misteriosos “extraños” desaparecieron.

    En realidad, los “provocadores” deKristallnacht eran los matones propios de Alemania, las tropas de asalto (SA). Estos maleantes callejeros ayudaron a Hitler a ganar poder intimidando a la oposición política e hicieron que las calles fueran peligrosas para los judíos y todo aquel que no estuviera a favor de Hitler. Cuando Hitler tomó el poder, puso un freno a sus actividades ilegales y brutales. La SA estaba emocionada con poder merodear en las calles de la ciudad buscando judíos para atacarlos. La excitación de la SA puede verse en las notas del diario de Josef Goebbels, el ministro de propaganda. En estas notas, Goebbels describe la excitación de Julius Schaub, un ex miembro de las tropas de asalto que colaboraban con Hitler: “Hitler activó a las tropas de asalto para solucionar de inmediato las cosas en Múnich…Una sinagoga es incendiada…Las tropas realizan un trabajo aterrador…Vamos con Schaub al Club de artistas, para esperar otros informes…Schaub está muy excitado. Su pasado de matón se está despertando”.[12]

    An antisemitic poster entitled, 'Behind the enemy powers: the Jew.'
    Un poster antisemita titulado “Detrás del poder enemigo: los judíos”. Colección del United States Holocaust Memorial Museum

    El rol de la SA en el pogromo Kristallnacht:

    Los negacionistas del Holocausto Irving y Weckert alegan que solo 3 de las 28 unidades SA participaron en la disputa; según estos mismos negacionistas, esto solo sucedió porque no habían entendido las órdenes. En realidad, las 28 unidades participaron con entusiasmo, también las SS y la Gestapo.[13] Las órdenes de sus líderes locales, a partir del discurso de Goebbels, eran claras: “Los hombres en uniforme SA deben destruir todas las tiendas judías… las sinagogas judías deben ser quemadas de inmediato… El Führer quiere que la policía no interfiera… Se deberá quitar las armas a todos los judíos. En caso de resistencia, mátenlos de inmediato”.[14]

    Conclusión:

    La evidencia muestra que Herschel Grynszpan actúo solo cuando mató a vom Rath. No hay evidencia de que haya habido asociación alguna entre él y la LICA antes del asesinato. Su familia solicitó al abogado de la LICA que lo representara y sus honorarios fueron pagados con contribuciones de judíos estadounidenses (entre otros).

    No hay evidencia de que “provocadores misteriosos” enviados por “World Jewry” incitasen los disturbios para avergonzar a los nazis. Los judíos alemanes y austríacos fueron las víctimas de Kristallnacht y no los perpetradores del pogromo.

    NOTAS

    [1] Ingrid Weckert, “’Crystal Night’ 1938: The great Anti-German spectacle”, Journal for Historical Review, verano de 1986, p. 15 de 17 (“Conclusion”) en www.ihr.org/jhr/v06/v06p183_Weckert.html. El nombre de su artículo sobre Kristallnacht es “’Crystal Night’ 1938: The Great Anti-German Spectacle”. Se ha agregado énfasis en el título.

    [2] David Irving, Goebbels: Mastermind of the Third Reich (Focal Point, 1996), p. 490. Se puede descargar este libro en PDF en http://www.fpp.co.uk/books/Goebbels/.

    [3] David Irving, Hitler’s War (Focal Point, 2001), p. 142 (ver * al final de la página). Se puede descargar este libro en PDF en http://www.fpp.co.uk/books/Hitler/text/index.html.

    [4] Para más información sobre la vida de Herschel Grynszpan véase Gerald Schwab, The Day the Holocaust Began: The Odyssey of Herschel Grynszpan (Praeger, 1990).

    [5] [5] Ingrid Weckert, Flash Point: Kristallnacht 1938: Instigators, Victims and Beneficiaries (Institute for Historical Review, 1991), pp. 18, 19. El nombre del libro de Weckert en alemán es Feuerzeichen: Die ‘Reichscristal nacht’: Anstifter und Brandstifterpfer und Nutziesser (Tubingen: 1981).

    [6] Richard J. Evans, David Irving, Hitler and Holocaust Denial, Sección (4)(4.3)(c)(iv)(2) enwww.hdot.org.

    [7] Ingrid Weckert, Flash Point: Kristallnacht 1938: Instigators, Victims and Beneficiaries (Institute for Historical Review, 1991), p. 18.

    [8] Ingrid Weckert, Flash Point: Kristallnacht 1938: Instigators, Victims and Beneficiaries (Institute for Historical Review, 1991), p. 132.

    [9] Gerald Schwab, The Day the Holocaust Began: The Odyssey of Herschel Grynszpan (Praeger, 1990), pp. 197-201.

    [10] Ingrid Weckert, Flash Point: Kristallnacht 1938: Instigators, Victims and Beneficiaries (Institute for Historical Review, 1991), pp. 40-41.

    [11] Ingrid Weckert, Flash Point: Kristallnacht 1938: Instigators, Victims and Beneficiaries (Institute for Historical Review, 1991), pp. 41, 63.

    [12] Richard J. Evans, David Irving, Hitler and Holocaust Denial, Sección (4)(4.3)(c)(ii)(E)(4).

    [13]David Irving, Goebbels: Mastermind of the Third Reich (Focal Point, 1996), p. 495 e Ingrid Weckert, Flash Point: Kristallnacht 1938: Instigators, Victims and Beneficiaries (Institute for Historical Review, 1991), pp. 89-93.

    [14] Richard J. Evans, David Irving, Hitler and Holocaust Denial, Sección (4)(4.3)(c)(ii)(C)(6).